Desde pequeña cuando veía los mundiales, mi principal interés era ver a éste jugador alemán que aparte de su físico de sueño parecía un tanque cuando entraba en el terreno de juego y corría como el viento...Un jugador que por pasión a este juego, en el mundial de México 70 se negó a ser sustituído y se mantuvo en el campo con una clavícula rota...me refiero a Franz Beckenbauer.
La vida futbolística de este alemán está reflejada en decenas de fotografías en las que aparece recibiendo y levantando trofeos, o en imágenes que aun perduran en el tiempo quitando un balón, haciendo un pase de larga distancia, jugando al toque o simplemente caminando el campo de juego con una elegancia que siemre caracterizó su estilo de juego.
Es difícil olvidar cómo capitaneó a la selección alemana del '74 a la que llevó a la gloria frente a la "Naranja Mecánica" de Johan Cruyff. Como jugador inventó la posición del líbero y nadie mejor que él interpretó ese papel.
Beckenbauer era el eje alrededor del cual funcionaba todo su equipo y el fútbol cobraba sentido. Nadie discute que ha sido uno de los mejores jugadores de la historia y no es sorpresa que conforma la lista especial de los cinco mejores futbolistas de todos los tiempos.
El "Kaiser" conquistó como jugador la Copa del Mundo 1974 en una final inolvidable ante la Holanda de Cruyff, una Copa de Europa con el Bayer de Munich y un puñado de títulos nacionales y continentales.
Hijo de la guerra
Nacido el 11 de septiembre de 1945 en un barrio popular de Múnich, el joven Franz fichó por oscuras razones, a menudo debatidas en Alemania, un acontecimiento histórico, por el Bayern Múnich, antes que por el gran club bávaro de la época, el TSV 1860 Múnich.
Debutó pronto en el primer equipo y participó en el ascenso en Primera División del Bayern en 1965.Para entonces ya era padre de un niño y agente de seguros sin gran convicción. Pero su estilo elegante, poco tenía que ver con el fútbol alemán de entonces, estaba llamado para grandes cosas. Así Franz el líbero superó a Franz el agente de seguros y propulsó al Bayern, desde su puesto en la cancha, a la cima del fútbol alemán y europeo: cuatro título de Bundesliga (1969, 1972, 1973, 1974), cuatro Copas de Alemania (1966, 1967, 1969, 1971) y triple vencedor de la Copa de Europa, actual Liga de Campeones (1974, 1975, 1976).
En el Mundial de Alemania 1974, conquistó el título máximo al vencer a la Holanda de Johan Cruyff 2-1. En 1977, salió a la conquista de Estados Unidos y se encontró en Nueva York, en el Cosmos, con el brasileño Pelé. En 1982, puso fin a su carrera tras ganar un quinto título de campeón de la RFA con el Hamburgo. Tras dos años de descanso, Beckenbauer se convirtió en seleccionador. Dirigió a la "Mannschaft" en la final del Mundial 1986 y logró el título en 1990 en Italia.
Cuando podía pensar en retirarse tranquilamente para jugar al golf, su nueva pasión, se fue a entrenar al Olympique de Marsella de Bernard Tapie. Pero la experiencia no duró mucho. En 103 partidos internacionales con la selección alemana, marcó 14 goles y consiguió un Campeonato del Mundo y un Campeonato de Europa. Con el Bayer de Munich ganó una Copa de Europa, tres Copas de la UEFA, cuatro títulos de la Bundesliga y cuatro Copas de Alemania. Fue nombrado mejor jugador de Europa en 1972 y 1976.
Como entrenador su currículum no es menos impresionante. Se dedicó entonces a su club de siempre, el Bayern, del que es presidente, y pasó a ser vicepresidente de la Federación Alemana de Fútbol. Del banquillo, Beckenbauer pasó a los despachos y su gestión rescató el brillo que el equipo de Munich había perdido en los primeros años de la década de los 90.
Desde julio de 2000, es figura omnipresente y fue el generador energético del Mundial 2006 y los alemanes, entre los que es muy popular, preferirían verlo presidiendo la República. Franz Beckenbauer es hoy un personaje central dentro y fuera del fútbol alemán. Considerado por sus compatriotas como el "jugador del siglo", saca provecho de su imagen de marido, yerno, padre, abuelo y amigo ideal, su gama publicitaria es amplia y su presencia es recurrente en los medios.
En síntesis, es el Kaiser (Emperador) en todo sentido de la palabra, un ícono del fútbol de ayer, hoy y siempre.
Hijo de la guerra
Nacido el 11 de septiembre de 1945 en un barrio popular de Múnich, el joven Franz fichó por oscuras razones, a menudo debatidas en Alemania, un acontecimiento histórico, por el Bayern Múnich, antes que por el gran club bávaro de la época, el TSV 1860 Múnich.
Debutó pronto en el primer equipo y participó en el ascenso en Primera División del Bayern en 1965.Para entonces ya era padre de un niño y agente de seguros sin gran convicción. Pero su estilo elegante, poco tenía que ver con el fútbol alemán de entonces, estaba llamado para grandes cosas. Así Franz el líbero superó a Franz el agente de seguros y propulsó al Bayern, desde su puesto en la cancha, a la cima del fútbol alemán y europeo: cuatro título de Bundesliga (1969, 1972, 1973, 1974), cuatro Copas de Alemania (1966, 1967, 1969, 1971) y triple vencedor de la Copa de Europa, actual Liga de Campeones (1974, 1975, 1976).
En el Mundial de Alemania 1974, conquistó el título máximo al vencer a la Holanda de Johan Cruyff 2-1. En 1977, salió a la conquista de Estados Unidos y se encontró en Nueva York, en el Cosmos, con el brasileño Pelé. En 1982, puso fin a su carrera tras ganar un quinto título de campeón de la RFA con el Hamburgo. Tras dos años de descanso, Beckenbauer se convirtió en seleccionador. Dirigió a la "Mannschaft" en la final del Mundial 1986 y logró el título en 1990 en Italia.
Cuando podía pensar en retirarse tranquilamente para jugar al golf, su nueva pasión, se fue a entrenar al Olympique de Marsella de Bernard Tapie. Pero la experiencia no duró mucho. En 103 partidos internacionales con la selección alemana, marcó 14 goles y consiguió un Campeonato del Mundo y un Campeonato de Europa. Con el Bayer de Munich ganó una Copa de Europa, tres Copas de la UEFA, cuatro títulos de la Bundesliga y cuatro Copas de Alemania. Fue nombrado mejor jugador de Europa en 1972 y 1976.
Como entrenador su currículum no es menos impresionante. Se dedicó entonces a su club de siempre, el Bayern, del que es presidente, y pasó a ser vicepresidente de la Federación Alemana de Fútbol. Del banquillo, Beckenbauer pasó a los despachos y su gestión rescató el brillo que el equipo de Munich había perdido en los primeros años de la década de los 90.
Desde julio de 2000, es figura omnipresente y fue el generador energético del Mundial 2006 y los alemanes, entre los que es muy popular, preferirían verlo presidiendo la República. Franz Beckenbauer es hoy un personaje central dentro y fuera del fútbol alemán. Considerado por sus compatriotas como el "jugador del siglo", saca provecho de su imagen de marido, yerno, padre, abuelo y amigo ideal, su gama publicitaria es amplia y su presencia es recurrente en los medios.
En síntesis, es el Kaiser (Emperador) en todo sentido de la palabra, un ícono del fútbol de ayer, hoy y siempre.
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